Con la planificación anatómica, puede ser difícil diferenciar entre partes no viables (baja actividad metabólica) y viables (actividad metabólica alta) de un tumor. Esto podría resultar en objetivos de volúmen demasiado pequeños o demasiado grandes y pueden conducir a dosis de radiación que se entrega a tejido sano. La Imagenología Molecular ayuda a superar estos desafíos distinguiendo entre regiones metabólicas altamente activas del tumor y áreas de necrosis para la definición temprana, volumen del objetivo preciso, permitiendo que el médico mejore la escalada de dosis y la supervisión del tratamiento.