La pandemia de COVID-19 continúa suponiendo una grave amenaza para la salud mundial. Las pruebas de detección del SARS-CoV-2 seguirán siendo fundamentales para controlar la pandemia también durante la temporada de gripe. La intensidad de la actividad gripal de la temporada de gripe 2022-2023 es incierta, ya que converge con la pandemia de COVID-19.
La detección y diferenciación de patógenos respiratorios es crucial para la correcta gestión de pacientes con síndromes respiratorios agudos. Esto es aún más crítico durante la temporada de gripe, ya que los virus estacionales pueden suponer una amenaza para la vida, especialmente para los pacientes inmunodeprimidos hospitalizados. El SARS-CoV-2, la gripe tipo A, la gripe tipo B y el virus respiratorio sincitial (VRS) tienen presentaciones clínicas similares pero requieren aproximaciones terapéuticas diferentes. Por lo tanto, la detección temprana y el diagnóstico diferencial pueden ser fundamentales para un cuidado óptimo del paciente.